martes, 4 de diciembre de 2007

La revancha de los novatos


El titulo de esta crónica es el titulo de una peli serie B de los 80. En ella, unos pringados, tras ser toda su vida marginados, humillados y sufrir toda serie de injurias, se montan su propia hermandad (tipo alfa, omega, pi al cuadrado) y se vengan de todos aquellos que les vejaron y finalmente resultan ser los tios más enrollados de toda la universidad.

Esto está bien en las pelis. La realidad es que los pringados, aquello seres que viven a parte, que ni siquiera dan para friquis; aquellos que no invitabas a tus fiestas, que no salian, que nos los querías ni en tu grupo de manualidades ni el de voleyball, que nunca aprendieron a fumar porque eran patéticos intentándose tragar el humo, que nunca infligieron las normas, no porque fuesen buenos, sino porque no tenían cojones; esos, cuando llegan a mayores, en cuanto tienen un poquito de poder, esos, resultan ser los mayores hijosdelagranputa que te puedas encontrar.

Como decía mi madre, mantente alejada de los tontos. Y cuanta razón tenía! No hay mayor peligro que un necio.

Pues imaginate dos. Y becarios del Icex. Es para echarte a temblar.

Este es el relato de cómo yo, una persona aparentemente normal, tranquila cuando la dejan, que me puedo considerar paciente, bastante transigente y en fin, una buena persona, puede acabar a grito pelado en la oficina de una embajada de un país tropical llamando hijo de puta, cabrón, rata de cloaca a otra supuesta “persona” (que lo sea todavía está por comprobar).

Porque uno puede pensar: pobrecillos, ahora pago el pato yo de todas la perrerias que les deben haber hecho en el pasado en el cole, e imagínate en el tuto! Pero después de mes y medio me planté. Esto no es discriminación positiva, lo que están haciendo conmigo es un abuso! No les basta con beneficiarse de nuestro buen rollo, dejarles ir con nosotros de marcha, que conozcan a nuestros colegas, que saquen partido de todo ello, para que encima me meen encima? Y encima chulos? Por ahí no paso.

La historia es que vivíamos juntos los 4 becarios mas uno de cooperación, en la casa que tenían los antiguos becarios. Mientras, buscábamos un piso en el centro (si es que en Brasilia existe algún centro; dentro de la forma de avión que tiene esta ciudad). Todos los días, y digo todos, la muy perra me robó 15 minutos de mi preciosa vida esperando a que saliese de currar (porque Ella siempre tiene cosas más importantes que hacer que el resto). Se llevaban el coche que era de todos para sus cosas, dejando al resto encerrado en nuestra maravillosa bola de cristal en el quinto carajo. Uno que no paraba de pulular por la cocina cada vez que olía comida; nunca cocinó, nunca limpió. La otra que parecía la momia de tutancamon cada vez que salía de marcha. Que sólo dejaba escapar su represión cuando conducía y tomaba las curvas a 80km/h. Usurpadora de energía, y no de la mala precisamente. Pues no era capaz de dejar 25 centavos de propina? (divide entre 2,5 y se te caerá la cara de vergüenza); el otro, directamente, ni dejaba. Infantiles, inmaduros, egoístas hasta decir basta (cuando había filetes aquello era “maricón el último”). En fin. Ahora lo veo claro. Pero el caso es que nos íbamos a vivir juntos. Craso error! Y con el contrato a mi nombre! Me habría estando cagando en la perra el resto de la beca. Habíamos encontrado un piso bien de precio, muy bien ubicado, recién reformado y precioso (de esos que dices, pero quien es la loca que alquila esto a 4 becarios de mierda?). Pero llegó la fiesta. La bendita fiesta. Que me abrió los ojos y por poco una ulcera del tamaño de Bladibostok.

Ya la cosa estaba caliente cuando casi se niegan a comprar algo de papeo para el evento (no mas que unas patatillas y para hacer tortillas de papas). Pero cuando nos dicen que se van a llevar el coche y nosotros era el único día de la semana que lo necesitábamos “para comprar cosas para la fiesta la cual íbamos a disfrutar todos”, se armó la marimorena. Por supuesto. No se llevaron el coche. Y por supuesto uno de ellos, con un par de cojones, se metió en su cuarto, no ayudo a preparar nada, salió cuando llegó la gente, se lo paso de pm, doy fe (Alberto…) y al día siguiente “ni coloraito me pogo” no recogió.

Ahí fue cuando se me abrió el cielo, se me apareció Dios, y me dijo: “si te quieres ganar un puesto perpetuo a mi lado vas por buen camino, pero sino, pedazo de gilipollas, borra a esta gentuza de tu vida”. Y así lo hice, lo hicimos. Vivimos en un pisito pequeñito, muy cuco, la mar de contentas. Sin tener que aguantar, salvo en el curro (y poco; yo a uno de ellos ni siquiera le hablo), a estos dos filhos da mae.

Lo de los gritos? Era que uno de ellos quería hacer pagar al de cooperación, que salió antes de casa, los gastos de la kely, coche de alquiles etc. Le dije que no, y el tio insistía y ahí fue cuando se destapó la caja de Pandora y nunca me he arrepentido tanto de no ser un tio para partirle la jeta.

Ahora los de la oficina andan intentando saber qué es lo que ha pasado, porque no vivimos mas juntos. Estos funcionarios…se van a quedar con las ganas a no ser que les llegue este email-que la verdad, no me apetece nada. Ante todo pido discreción.

Los pringuis están bien juntitos, sobre todo si son unas malas pécoras como estos. Lo bueno, que esto haya pasado al principio, y darnos cuenta de cómo son y tomar las medidas oportunas para tener el mínimo contacto con ellos. Lo malo, que yo me enorgullecía de siempre haber encontrado gente buena en mi camino, y de tener fe en el genero humano. Ahora no lo tengo tan claro. Tener que aguantar un cabronazo en el curro tiene un pase, pero gratuitamente…

Así que esta es la historia que quería contaros. No es tan divertida como otras, pero la verdad, es que ahora nos reímos de todas la sarta de gilipolleces que estos necios han podido llegar a hacer.

Tenía razón mi madre: manteneros alejados de los tontos, porque no saben lo que hacen.



Brasilia, 4 de diciembre de 2007

2 comentarios:

Iván Fanego dijo...

Tremendo documento!!

Y qué buena esa película jajajaja

Pero sí, tienes razón. Ese tipo de gente tiene salidas imprevisibles y ni siquiera son buenas personas.

Ni aportan nada útil, así que los alejas y punto!

Ciao caribeña

virginia dijo...

Vaya, vaya, Ángela, si te sirve de consuelo, hasta aquí de lejos han llegado experiencias similares...que contaré en otro momento porque yo no tengo quien me apoye y aqui de todo se hace uno eco... Pero me alegro de que lo solucionaras y de que ya esteis mejor... Desde las antipodas, toda la solidaridad de la comprensión...