martes, 29 de enero de 2008

mi bolso también paga

situación surrealita en autobus brasiliense:

me subo, me acerco al cobrador (que aqui es distinto que el conductor; sino, en Cidade de Deus teneis un ejemplo), pago mis dos reales como buena ciudana de a pie que soy. paso el torniquete, que a menos seas una de las gemelas Olsen (que no las dos) es imposible de pasar de frente; usease, que hay que pasar de ladico. realizo un giro de 90 grados hacia la izquierda, caderazo al torniquete y paso. pero mi bolso no.

se había quedado enganchado entre el torniquete y las barras de metal que impiden que cualquier maleante pase sin pagar. Mi bolso! ese que Santi Millán calificaba de bolsa de basura (en efecto, es grande como tal, y verde, para mas señas). inocente de mi tiré de él. el torniquete cedió, dió otra vuelta y recuperé el amado complemento.

Um momento, menina! sao dois reais!
O que??????? (aqui, cara de espanto, se estará riendo de mi?)

que quiere que pague por mi y por mi bolso?

efectivamente. el torniquete habia girado, habia apuntado un pasajero más, y sino no cuadra la caja.... (bueno, todo eso no lo expresó con palabras). y como ya se aproximaba mi parada y no queria discutir con un funcionario la menda pagó por su bolso.

hasta donde llega el surrealismo del servicio en este país? esta escena, que sería digna de un país escandinavo! aqui todo el mundo se salta las reglas más importantes de decencia, ética y moral. pero cuando hablamos del billete del autobus, amigo! eso es otra cosa.

Ordem e progresso...será una ironía?

No hay comentarios: